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Habla por primera vez mamá de niños asesinados por su papá en Bogotá y revela lo que le dijo antes de matarlos
La mujer rompió su silencio y aseguró que el sujeto era un buen papá.
Un momento de terror se vivió el pasado 28 de octubre en la ciudad de Bogotá, después de que Darwin Beltrán asesinara a sus dos hijos de cuatro y siete años, quienes fueron identificados como Santi Esteban y Susan Camila, respectivamente. Todo ocurrió en la localidad de Engativá.
Tras cumplirse un mes del atroz hecho, Paola Ramírez, mamá de las víctimas, rompió su silencio y habló por de la forma en la que su esposo acabó con la vida de los dos menores de edad, una situación que sigue generando consternación y tristeza en esta zona de la capital del país.
El sujeto atacó a los niños con un arma blanca y, posteriormente, según han indicado las autoridades, puso los cuerpos sobre una cama y se acostó con ellos. Además, escribió una nota que decía: “Los amo”.
Segundos después del ataque, la mujer salió de su casa y les comunicó a los vecinos lo que había pasado, por lo que encerraron al hombre en la vivienda mientras llegaba la Policía, que finalmente hizo presencia en el sitio y lo capturó.
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Este jueves 28 de noviembre, se cumplió un mes del doble homicidio, y mientras que el confeso asesino se encuentra en prisión a la espera de cómo avanza el proceso en su contra, en el barrio donde vivían Santi y Susan se realizó una velatón en su memoria; fue allí que habló por primera vez su mamá.
En diálogo con Citynoticias, la mujer se quebró al hablar de los dos pequeños: “Los recuerdo con mucha alegría, sobre todo a Susan, que para todo tenía una solución. [De] Santi, que era el niño más pequeño, recuerdo su inocencia”.
Sobre lo ocurrido en aquel fatídico 28 de octubre, Paola explicó que el padre de los niños nunca mostró algún signo de violencia hacia ellos, por lo que no entiende por qué en esa tarde actuó de esa forma.
“Él fue muy buen papá, no sé qué pasó ese día. Sólo me repetía: ‘Váyase, que usted me altera’. Se supone que él era el papá y tenía que cuidarlos, velar por el bienestar de ellos al igual que yo”, contó.
Ramírez agregó en su declaración: “Él era un buen papá, no vi la alerta, no vi la señal de que pudiera lastimarlos”.
En medio de lágrimas, Paola les hizo un llamado a las autoridades para que haya justicia en el caso y para que lo ocurrido no quede en la impunidad, sino que el sujeto reciba la máxima condena por haberles quitado la vida a sus propios hijos.
“Que la partida de ellos tan pronta no quede en vano”, finalizó.
En memoria de los dos niños, y como símbolo de unidad, la comunidad del barrio decidió realizar un mural con la cara de Susan y Santi, también como un llamado para que exista justicia en este caso de violencia contra niños y niñas.
Todavía no se ha podido esclarecer con exactitud qué fue lo que motivó a Beltrán a acabar con la vida de los pequeños, pero todo parece indicar que lo hizo por celos. Segundos antes del ataque, vio que la mamá de los niños se bajó de una moto.
Es importante precisar que, para ese momento, ellos no tenían ninguna relación amorosa, pero esta situación habría desatado la furia del sujeto y, por lo mismo, tomó el arma blanca y lesionó hasta la muerte a las víctimas.
Por ahora, las autoridades continúan adelantando las respectivas investigaciones para esclarecer con exactitud qué fue lo que ocurrió ese día y lograr recolectar todo el material probatorio que permita obtener una condena ejemplar en contra del confeso asesino.