Así se gastaron la plata del robo más grande de la historia de Colombia: cirugías, lujos y extravagancias

Barranquilla fue el epicentro del asalto más grande que se ha cometido en la historia de Colombia. Este 1 de julio, al menos 15 personas entraron a la sede de Transbank y se apoderaron de 85.000 millones de pesos. SEMANA conoció, de primera mano, en qué invirtieron esta plata los delincuentes.

Después de amarrar e intimidar a los funcionarios de esta compañía que se dedica al transporte de efectivo a nivel nacional, la banda se escondió en una cabaña de Puerto Colombia y repartió el dinero entre los líderes, quienes se comprometieron a dividirlo con sus subalternos.

Los detectives no tienen certeza de cuántos billetes le tocó a cada integrante de la organización, pues fueron muchos los involucrados: mecánicos, conductores, vigilantes, policías y comerciantes, entre más protagonistas que ahora son buscados por las autoridades judiciales.

Al parecer, ellos hicieron un pacto para no quedar en evidencia y evitar la persecución de la justicia: no gastar la plata en cantidades altas y esperar a que mermara el escándalo del asalto. Sin embargo, las transacciones de dinero se empezaron a hacer antes de lo esperado, tanto en efectivo como en giros.

En el expediente hay pruebas que reseñan que los billetes sirvieron para cirugías plásticas, intervenciones estéticas, adquisición de inmuebles en el norte de Barranquilla, compra de ropa de última moda, teléfonos de alta gama, viajes a diferentes ciudades de Colombia y recorridos en yate.

Uno de los datos que mayor atención ha causado entre los investigadores es que, supuestamente, una alta suma de dinero habría terminado en los negocios de gota a gota en la capital del Atlántico y los delincuentes se convirtieron en inversionistas de esta práctica informal de préstamos.

Los teléfonos de los capturados guardan los secretos de este robo. Allí hay imágenes de transacciones bancarias, fotografías de los gastos e indicaciones para acceder a diferentes bienes, como un carro por el que se pagó 81 millones de pesos y visitas al centro comercial Buenavista.

Otra de las pruebas son las publicaciones que hicieron los supuestos ladrones y articuladores en las redes sociales, pues allí se habría documentado los exclusivos viajes que hicieron a diferentes ciudades de Colombia, como Cartagena, Santa Marta, Medellín y el Eje Cafetero.

La Fiscalía y la Policía capturaron a ocho personas que tendrían relación con este caso. Ellos fueron imputados por los delitos de hurto calificado, secuestro simple y concierto para delinquir. Ninguno de los detenidos aceptó los cargos y se está a la espera de que un juez defina la medida de aseguramiento.