ENTREVISTA
Jorge Robledo lanza su polémico libro ‘Sin pelos en la lengua’ y advierte: “Gustavo Petro es un pésimo presidente y es el rey de los cañazos”
El líder político se lanzó a escribir la historia de su vida, publicada por la editorial Aguilar. Explica por qué considera que el presidente no es de izquierda. “Petro a mí no me engaña. Y no tengo pelos en la lengua para decir las cosas que hay que decir”
SEMANA: ¿En qué momento usted siente que llegó la hora de escribir un libro con las memorias de su vida?
Jorge Enrique Robledo: La iniciativa de esa idea fue de la editorial Aguilar. Ellos tienen una colección que llaman de memorias, en donde han publicado a Humberto de la Calle y otras personas. Me invitaron hace ya un tiempo a hacer ese libro y lo hice con mucho gusto.
SEMANA: ¿Y cómo fue el ejercicio de recopilar tantos años de vida política que usted tiene?
Jorge Enrique Robledo: Fue un esfuerzo grande. Yo venía trabajando sobre esa idea hace ya como dos años, con interrupciones por las campañas, y esas cosas. Entonces me clavé a trabajar. Recogí lo que ya venía haciendo en estos años anteriores y este año me clavé desde enero hasta ahorita. Fue muy duro. Es un esfuerzo grande. Ahora, pues yo he publicado unos 15 libros, entonces tengo unos mil artículos en la prensa, digamos, que escribir es una cosa en la que tengo alguna experiencia.
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SEMANA: Usted en su libro recoge muchos momentos importantes de la historia de Colombia. ¿Hay alguno que haya sacudido especialmente sus sentimientos?
Jorge Enrique Robledo: Pues digamos que más que uno son muchos. Ese libro, contémosles a los lectores, tiene lo ocurrido en todos los gobiernos anteriores a 2022 y analiza también el gobierno de Gustavo Petro, y un poco la vida de Gustavo Petro. Eso volvió inevitable hacerlo y explico mi posición de oposición a todos los gobiernos colombianos desde 1971, porque el centro de mi vida ha estado en un debate que no dejaré de dar. No dejaré de hacer esfuerzos para que Colombia salga de esta economía de mercado de los 6.500 dólares de producto por habitante. Por esas cosas seguiré luchando hasta que se me acaben las pilas.
SEMANA: Usted comienza su libro con una anécdota muy bonita de cuando, a los 14 años, se mete en un gran lío por decir que Colombia es un país subdesarrollado. ¿Nos puede contar sobre ese momento?
Jorge Enrique Robledo: Sí, eso fue con un belga, profesor de la Universidad del Tolima. Recordemos que yo viví muchos años en Manizales, pero soy ibaguereño, y en alguna conversación ahí, yo sin entender mucho, dije que lamentaba el subdesarrollo de Colombia. Entonces este profesor belga me interrumpió y me dijo que no, que este no era un país subdesarrollado, sino en vía de subdesarrollo. Me pidió que tuviera paciencia y me dijo que seguro terminaríamos como Europa. Estas son las horas de la vida, setenta años después, en que seguimos en el subdesarrollo.
SEMANA: En las casi 400 páginas de su libro usted le dedica casi 100 al gobierno de Gustavo Petro y explica sus desencuentros con él. ¿Por qué rompieron?
Jorge Enrique Robledo: Yo tuve con él tres contradicciones en esos años antes de que nos encontráramos en el Senado. Yo estaba contra la apertura de César Gaviria, que es el inicio de esta desgracia de neoliberalismo en Colombia. En esas tres ocasiones tuve fuertes controversias con él porque él defendía la apertura y yo la criticaba. Después estuvimos juntos en el Polo. Él planteó que el partido debería terminar respaldando los TLC con Estados Unidos, y en eso pues tuvimos un desacuerdo grande. Pero sobre todo tuvimos un rompimiento cuando, en la campaña de 2010, Petro traicionó al Polo al decidirse a favor de Santos y romper con nosotros. Ese es, digamos, uno de los peores “crímenes” que él cometió. Después volvió a respaldar a Santos y a Vargas Lleras en las elecciones de 2014, cosa que acabó de alejarnos. Porque yo tengo una idea: a mí nadie me traiciona más de una vez.
SEMANA: Usted es bastante duro en su libro en su apreciación sobre el presidente. Dice que en ese gobierno no hay ningún acierto.
Jorge Enrique Robledo: Cualquier gobierno, por malo que sea, pues siempre hará una carretera o una escuela o ese tipo de cosas, lo que pasa es que yo no no hago las valoraciones en torno a esos asuntos. Lo que encuentro en Gustavo Petro es un gobierno que, así le haga demagogia, es un gobierno que continúa con la macroeconomía del Fondo Monetario Internacional que desarrollaron los mandatarios anteriores.
Analizo conductas: el hecho que se haya asociado con una parte grande de la corrupción nacional, no solo en la candidatura, sino en el gobierno, pues lo descalifica de plano. Lo que viene planteando en torno al cambio climático es un disparate, calculado para engañar. O perdió el contacto con la realidad el doctor Petro y va a tener que recibir algún tipo de tratamiento, porque es un absurdo lo que plantea. Él es un sofista. Entonces toma el problema: el cambio climático, que por supuesto hay que atender, y saca conclusiones falsas.
Yo lo que analizo de él son sus cosas gruesas. Por ejemplo, todo ese coqueteo con la lucha armada, saludando como héroes a algunos jefes del M-19. Eso es un error garrafal, porque el alzamiento armado en Colombia siempre fue un error y que ahora él lo reivindique como un acierto, es realmente un atentado contra el país. Más cuando todavía tenemos tres organizaciones que en nombre de la política están alzadas en armas.
Yo no tengo pleitos personales con Petro. Cada controversia que planteo con Petro en el libro está sustentada en detalles. Estoy convencido en que tengo la razón que es un pésimo presidente, que no representa los cambios de ninguna manera que necesita Colombia y que cada vez está más sentado en la politiquería para ver cómo acaba de engañar a los colombianos.
SEMANA: Usted en su libro lo llama el rey de los cañazos, ¿por qué lo considera así?
Jorge Enrique Robledo: Ese es un capítulo del libro que tiene que ver con el cuento de la constituyente. Cuando él habló de ese cuento la primera vez en marzo, aquí salió mucha gente espantada y asustada. Yo dije: ‘Eso es un cañazo’, que es la apuesta que hace una persona que no tiene cartas en las manos, suficientes para ganar la apuesta.
Él nunca tuvo fuerza política para hacer eso, fue una manera de embaucar principalmente a los petristas: de llenarlos de ilusiones al decirles que ahí sí podría hacer las cosas que nunca hizo. Fue digamos un juego político. Tan fue un cañazo que nunca se concretó en nada. Fue un engaño y un irrespeto a la opinión pública colombiana.
SEMANA: En su libro usted hace un compendio muy preciso de cada uno de los escándalos que ha vivido el gobierno, ¿usted porque cree que pasan cosas tan graves y a la vez no pasa nada?
Jorge Enrique Robledo: Porque en Colombia estamos. Aquí hay toda una lógica de complicidades en medio de los escándalos, aquí somos pocos los que vamos a fondo en las controversias. Yo no pierdo de vista que Petro y todos los presidentes de Colombia tienen poderes económicos muy grandes, que los hacen valer de muchas maneras para aminorar las controversias y las contradicciones, entonces las cosas no se llevan a fondo como se deberían llevar.
Esa es un poco la triste historia de este país y más cuando suceden cosas como lo del procurador. Gustavo Petro, aliado con todas las fuerzas políticas tradicionales de Colombia incluidos Cambios Radical, Centro Democrático. El gobierno puso contralor de bolsillo y acaba de poner procurador de bolsillo. Es de una gravedad inaudita porque eso abre una puerta inmensa al abuso y a la corrupción y, bueno, también tiene fiscal de su propiedad, pero es que eso sí es un regalo que te otorga la Constitución Nacional.
SEMANA: Doctor Robledo, para finalizar, le quiero plantear la pregunta con la que usted cierra el libro. ¿Petro sí es de izquierda?
Jorge Enrique Robledo: Pues yo cada vez estoy más convencido de que no porque Petro está defendiendo todas las políticas de la globalización neoliberal, las cosas fundamentales de la globalización neoliberal en lo económico, lo político y lo militar.
O sea, el grado de sometimiento a las decisiones de Washington, inclusive actuando contra Gorgona. Poniendo a jugar de peones en esos intereses y en esas contradicciones. Entonces yo ahí explico cómo ser de izquierda no es defender a los pobres o no hablar bien de los pobres. Eso es un principio básico de una posición democrática.
Si no se cambia el modelo económico para desarrollar bien al país, para que este sea un país industrializado, para que sea un país con pleno empleo, para que sea un país con trabajo digno para los colombianos y las colombianas, para salirnos de un capitalismo de seis mil quinientos dólares al año per cápita y ponernos a la par con los países desarrollados del mundo. En eso no está Petro. Él está dedicado a ver cómo hace politiquería a partir de la pobreza y de la miseria. No hay una sola política económica que apunte a sacarnos del subdesarrollo.
En ese sentido, Petro es uno de los más neoliberales entre los colombianos. Petro a mí no me engaña. Y no tengo pelos en la lengua para decir las cosas que hay que decir.
SEMANA: En su libro usted asegura que Colombia necesita un proyecto de unidad nacional del que hagan parte varios sectores. ¿De qué se trata eso?
Jorge Enrique Robledo: Mi mejor respuesta a su pregunta es señalar que la última frase que hay en el libro es que de la única manera que se puede sacar a Colombia adelante es mediante un proyecto de unidad nacional que cree más riqueza y la distribuya mejor, del que hagan parte los sectores populares, las capas medias y los empresarios.
Ese proyecto es viable en la medida que transitemos por la ruta correcta demostrada como posible por la experiencia universal.