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Justicia chilena aprueba millonaria indemnización a 31 de los 33 mineros de Atacama

El Consejo de Defensa del Estado (CDE) había apelado la resolución de primera instancia, al estimar que los mineros ya fueron resarcidos al recibir pensiones vitalicias.

11 de junio de 2021
Este año se cumple una década del rescate de 33 mineros chilenos tras 69 días enterrados en una mina.
Justicia chilena aprueba millonaria indemnización a 31 de los 33 mineros de Atacama | Foto: AFP

Después de casi 11 años de ocurrido el derrumbe en una mina en el norte de Chile, que dejó atrapados a 33 trabajadores, la justicia de ese país aprobó una millonaria indemnización a 31 de ellos.

Como se recuerda, los mineros estuvieron atrapados durante 69 días en una mina del norte de Chile en agosto de 2010.

Ese día un derrumbe bloqueó la entrada a la vieja mina de oro y cobre San José –ubicada en Copiapó, en el desierto de Atacama, a unos 800 km al norte de Santiago– y dejó atrapados en su interior a más de 600 metros de profundidad a los trabajadores.

31 de los 33 mineros recibirán del Estado una indemnización de 55.000 dólares cada uno (unos 200 millones de pesos colombianos) tras un fallo de la justicia conocido este viernes.

La decisión, que rebaja a la mitad el monto aprobado en primera instancia, fue adoptada por la Corte de Apelaciones de Santiago, que acreditó “el actuar negligente de los órganos del Estado y la existencia del daño causado y la relación de causalidad entre ellos” en el accidente ocurrido el 5 de agosto de 2010.

“Si los órganos de la administración del Estado hubieran cumplido con su obligación legal de la forma en que fue previsto (...) los 33 trabajadores no hubiesen terminado enterrados vivos en dicho yacimiento”, explica el fallo, que puede ser todavía apelado ante la Corte Suprema, y que llega a puerto tras más de ocho años de lucha judicial.

El minero, Florencio Ávalos (ci), abraza al presidente chileno, Sebastián Piñera (cd), hoy, miércoles 13 de octubre de 2010, al salir de la mina San José, cerca a Copiapó (Chile), tras 69 días atrapado. Ávalos fue el primer minero en salir a la superficie a las 0:10 horas del miércoles (03:10 GMT) al término de una maniobra seguida en directo por televisión por mil millones de espectadores alrededor del mundo.

El Consejo de Defensa del Estado (CDE) había apelado la resolución de primera instancia, al estimar que los mineros ya fueron resarcidos al recibir pensiones vitalicias (14 de los 33 por edad y patologías) y ayuda económica privada.

Después de 69 días, todos los mineros fueron rescatados sanos y salvos a través de un perforación que se realizó en la mina y por la cual se introdujo una cápsula de metal desde la que emergieron uno a uno, en un espectacular rescate seguido en vivo por millones de personas en el mundo.

Una vez de vuelta a la superficie, fueron asediados por la prensa, la mayoría recorrió el mundo narrando su historia de supervivencia y muy pocos de ellos pudieron volver a insertarse exitosamente en el mundo laboral.

Actuar imperfecto y tardío

La sentencia determina como principal responsable al Servicio Nacional de Geología y Minas (Sernageomin), un órgano estatal que tenía que “velar por el cumplimiento de las normas de seguridad en las labores mineras” y “no actuó, o lo hizo imperfecta o tardíamente”.

Dos de los 33 mineros Luis Bustos y Juan Illanes se restaron de la acción judicial por decisión personal.

Entre quienes sí llevaron a cabo la demanda está Mario Sepúlveda, de 50 años, reconocido como el más histriónico de los mineros y a quien encarnó Antonio Banderas en la película Los 33, que Hollywood hizo sobre esta historia de supervivencia que fascinó al mundo.

“Sé que hay compañeros que en estos momentos lo están pasando supermal y que nunca más pudieron trabajar”, agregó el minero tras conocer la sentencia judicial que rebajó a la mitad el monto original pedido por los mineros.

Al cumplirse el año pasado una década del accidente, algunos de los mineros Sepúlveda entre ellos reconocieron sentirse abandonados por el Estado.

El minero José Ojeda, que escribió el famoso mensaje: “Estamos bien en el refugio, los 33”, alertando al mundo que estaban vivos cuando ya muchos perdían la esperanza, relató que lucha por su vida.

Con una diabetes avanzada que redujo sus movimientos y con muletas, reconoció que en 10 años es muy poco lo que se ha recuperado y que todavía sigue “con las pesadillas y el mal dormir”.

Ojeda esperaba recibir esta indemnización para poder pagar algunos exámenes médicos.