Televisión
Protagonistas de Delirio en Netflix hablaron con SEMANA sobre la adaptación de la aclamada novela de Laura Restrepo
La obra de Laura Restrepo se transformó en serie y llegó a la plataforma de streaming. SEMANA conversó con sus protagonistas y con la autora colombiana.


El 18 de julio de 2025, Colombia fue testigo de un hecho trascendental para la literatura colombiana. Delirio, el clásico contemporáneo que desde hace dos décadas resuena en el corazón de los lectores por su manera única de abordar el amor, la salud mental y las fracturas sociales de un país herido, se estrenó a nivel nacional en Netflix.
Su debut marca un acontecimiento cultural que, además de volver a poner en el ojo público un texto esencial en la conversación del país, abre la puerta para que las nuevas generaciones y públicos de todo el mundo redescubran el peso y la belleza de la literatura colombiana a través de la pantalla.
Laura Restrepo, voz fundamental de las letras latinoamericanas, conversó con SEMANA y confesó sentirse emocionada ante el estreno. “Es muy emocionante, la verdad, porque ha sido una serie muy bien hecha, con mucha seriedad. Yo siento que la serie tiene mucho respeto por la obra y, al mismo tiempo, es una recreación también que tiene mucho ya puesto por el propio equipo de producción, por los guionistas. No son lo mismo, tienen un origen que es el mismo, pero son dos criaturas diferentes, cada una con su autonomía”, dijo.

Estas palabras resumen el respiro profundo que es para cualquier autor ver a su obra evolucionar y tomar nuevas formas; aquí, el libro y la serie conviven sin eclipsarse. “Me encantaría que la gente que viera la serie también leyera el libro y que la gente que ha leído el libro se remitiera a la serie como dos productos interrelacionados, pero que también se complementan el uno al otro”, comentó la escritora.
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Publicada en 2004 y galardonada con el Premio Alfaguara, Delirio se instaló en el canon literario por su retrato implacable de la locura personal y la colectiva, en medio de un contexto asolado por la violencia, el narcotráfico y las desigualdades sociales.
La llegada de su adaptación a Netflix, además de multiplicar la audiencia, reactiva el cuestionamiento sobre la vigencia de sus temas. Para Juan Pablo Raba, actor que da vida al personaje de Fernando Aguilar, no es casualidad que esta historia vuelva hoy. “Ese tabú que hay alrededor de las enfermedades mentales, esa forma que tienen los personajes de hacer de cuenta que no está pasando nada. Desde el mismo Aguilar, que cree que de alguna forma un día se va a levantar y Agustina va a estar normal. Hoy en día, aunque tenemos mucha más información sobre salud mental, todavía nos cuesta trabajo. Las familias lo siguen escondiendo y sigue siendo un motivo de vergüenza”, explica el actor a SEMANA.

Raba leyó el libro hace dos décadas, casi al mismo tiempo que salió. Su primera impresión fue profunda, marcada por la sensibilidad política y social de Restrepo. Ahora, tras haberse convertido en alguien que abiertamente habla, mediante su pódcast y otras plataformas, sobre la importancia de la salud mental y el autocuidado, la historia lo sacude desde otro ángulo: “Hoy en día, eso tal vez me afecta más en este momento particular de mi vida”.
La serie, como el libro, es una exploración sobre qué significa acompañar, comprender y amar a alguien cuya salud mental tambalea, y sobre cómo esa condición resuena también hacia fuera, hacia el núcleo familiar y social. “Si queremos acompañar a alguien con algún tipo de tema de salud mental, tenemos que entender que eso no se va a pasar de un día para otro. Tenemos que entender que eso simplemente no va a desaparecer, que es algo que vamos a tener que acompañar”, reflexiona el actor, quien agrega que a veces el verdadero ejercicio de amor y empatía es estar dispuesto a cambiar.
Detrás de los personajes

La fuerza de Delirio reside tanto en su trama como en la complejidad de sus personajes, empezando por Agustina, la mujer que enfrenta el colapso psicológico, y su madre Eugenia, una mujer presa de una cárcel plagada de prejuicios sociales. Paola Turbay, quien interpreta a Eugenia, señala a SEMANA que su papel está completamente alejado de su propia experiencia personal. “Es una mamá muy diferente a mí; es el resultado de una vida con muchas luchas internas. A pesar de mostrarse ruda, por momentos se recoge y parece que hubiera querido ser de otra manera, pero no puede. Tuvo una niñez que la marcó y más adelante se verá por qué”. Turbay señala lo clave que es distinguir la dureza de la desconexión: “No pienso que sea una mamá mala, sino una mamá desconectada”.
Los actores han remarcado la contemporaneidad de la serie en torno a la salud mental, una conversación que, aunque más abierta hoy, sigue cargada de silencios y vacíos. “Hablábamos de lo oportuno que es estrenar la serie hoy, cuando la salud mental está alcanzando la relevancia real que merece. Antes era un tema tabú que se tapaba o ‘se archivaba’; ahora se conversa públicamente, se enfrenta y, cuando es posible, se busca una solución”, explica Turbay, convencida de que producciones como Delirio abren espacios para el diálogo y la sanación colectiva.
Juan Pablo Urrego, por su parte, encarna al personaje de Fredy ‘el Midas’, un joven marcado por el peso del origen y los choques de clase, temas centrales en la narrativa nacional y en la obra de Restrepo: “Creo que, aunque ahora sigue existiendo, en esa época era aún más marcada la diferencia de clases sociales y el no mezclarse. Mi personaje se vincula con una familia de clase alta gracias a una beca, volviéndose amigo de Joaquín e integrándose a ese círculo, aunque siente rechazo al principio. Con Agustina, el enamoramiento surge por su aceptación, su afecto. Él busca pertenencia, pero también quiere ocultar de dónde viene”.
Sobre la complejidad de los temas que toca la novela, Urrego asegura que, frente al tema de la salud mental, “es fundamental ser conscientes de que existe y no taparnos los ojos. Hay que prestar atención a los amigos, familiares, ser compasivos; a veces no basta con querer que ‘ya pase’, porque no funciona así. A veces ayudar es más sencillo de lo que pensamos: una caricia, una llamada, un abrazo pueden marcar la diferencia”, precisa.
Sobre la llegada de la novela a Netflix, Raba, al igual que Restrepo, espera “que la gente se enamore de la serie, pero que también vuelva al libro. Yo creo que uno nunca debe anular al otro. El libro tiene una magia y un universo muy particulares, y la serie tiene otros. Ojalá que la serie le cause mucha curiosidad a la gente para tratar de leer cómo fue ese universo original que diseñó Laura”, insiste.

Raba también resalta el valor de enfrentar nuevas fronteras en el campo audiovisual. “Después de tener el valor de llevar a la pantalla Cien años de soledad, ahora sí que el cielo es el límite. Porque creo que Netflix demostró que se podía. Y se hizo acá en Colombia, con una participación prácticamente colombiana en su totalidad. Esto creo que no solamente abre puertas para la literatura colombiana, sino que abre puertas para la literatura hispanoamericana en general”.

Sobre su relación actoral y humana con Estefanía Piñeres, quien le da vida a Agustina, Raba asegura que fue vital para lograr que la serie sea lo que es hoy. “Es un placer trabajar con Estefanía porque ama los libros, ama la literatura. Había mucho respeto ahí. Entre los dos hubo un pacto de cercanía y es que, al igual que los personajes, nosotros decidimos sin decidirlo, que estábamos un poquito como solos frente al mundo y que nosotros éramos los responsables de crear esa relación, de que eso fuera creíble”, afirma.
Después de 20 años de su publicación, Delirio se convierte, una vez más, en un espejo y un llamado a sentir, a hablar, a no esconder los dolores de la salud mental, a nombrar la desigualdad y a reconocer el amor y la pérdida. Al llegar a Netflix este 18 de julio, la obra de Restrepo asumió nuevas vidas y marcó un hito de la ficción, celebrando la potencia de las historias hechas en Colombia.