INFRAESTRUCTURA

El legado de Odinsa en la infraestructura del país

Es una de las compañías de infraestructura más sólidas de Latinoamérica. Tiene 27 años de experiencia y hoy lidera nueve proyectos viales y aeroportuarios que son determinantes para el progreso de Colombia, y de cuatro países de la región. El aeropuerto El Dorado y la conexión Pacífico 2 son algunas de sus apuestas.

22 de octubre de 2019
| Foto: Cortesía Odinsa

El 10 de diciembre de 1959, en medio de las críticas por el alto costo que supuso la obra (alrededor de 100 millones de pesos de la época) y tras cerca de cuatro años de construcción, el presidente Alberto Lleras Camargo inauguró el Aeropuerto El Dorado, en Bogotá. Hoy, 60 años después, esa antigua terminal es una de las más eficientes y modernas de todo el continente, al punto que fue durante tres años consecutivos (2016, 2017 y 2018) el Mejor Aeropuerto de Suramérica, según Skytrax. Además, hoy cuenta con cuatro estrellas, de las cinco posibles, según esta misma firma británica.

Así mismo, la terminal aérea pasó del puesto 46 al 42 en el Ranking Top 100 Airports, y entre 2014 y 2017 había subido 218 puestos. El Dorado es el símbolo de esa revolución del transporte que ha sacudido al país en su infraestructura tanto de aeropuertos como de autopistas en las últimas dos décadas, detrás de la cual está la labor de visionarias empresas que le apostaron a ese cambio. Una de ellas es Odinsa, una firma creada en 1992 por un grupo de expertos en construcción e ingeniería que se unió para fortalecer el gremio.

Sus triunfos hicieron que, con el tiempo, inversionistas como el Grupo Argos encontraran en esta compañía una oportunidad para incursionar en el mundo de la infraestructura. En 2013 el conglomerado adquirió las primeras posiciones en la compañía y en 2016 se convirtió en su principal accionista.

Hoy, con un crecimiento acelerado e impregnada de los valores corporativos de su casa matriz, es la empresa de concesiones del Grupo Argos y una de las principales estrategas de la infraestructura de gran escala en América Latina. Odinsa se dedica a estructurar, promover, operar, mantener y desarrollar proyectos de infraestructura relacionados con vías y sistemas aeroportuarios en todo el continente. Precisamente, se ha especializado en esas dos líneas de negocio. En Ecuador está al frente de la operación del Mariscal Sucre, el principal aeropuerto del país, mientras que en República Dominicana y en Aruba se encarga de tres importantes corredores viales.

En Colombia lidera megaproyectos de interés nacional como el Aeropuerto Internacional El Dorado, la conexión Pacífico 2, las Autopistas del Café y, recientemente, se convirtió en el socio mayoritario de la concesión Túnel Aburrá Oriente, un hito de la ingeniería nacional.

Para Mauricio Ossa, presidente de Odinsa, aspectos como la gobernanza corporativa, la calidad humana y técnica del equipo de trabajo, una gestión social y ambiental responsable, la sostenibilidad como eje transversal y las buenas prácticas financieras conforman un modelo de gestión virtuoso que permite que las cosas sucedan. Y que explican la revolución que marcha en Colombia en su infraestructura de transporte. “La apuesta que estamos haciendo en infraestructura es grande. La capacidad de mirar el desarrollo en el largo plazo y hacer proyectos que tengan un gran impacto social y económico, dan cuenta de una compañía seria, confiable y sostenible que quiere aportar al progreso del país”, señala.

Construir confianza

El año 2019 ha sido positivo para Odinsa. Cerró el primer semestre con una utilidad neta de 76.723 millones de pesos e ingresos cercanos a los 400.000 millones de pesos. Las novedades en sus concesiones viales y aeroportuarias, como la apertura de rutas, el aumento de frecuencias y la obtención de reconocimientos en materia de sostenibilidad y dinamismo laboral fueron determinantes para consolidar un Ebitda (indicador de rentabilidad) de 274.618 millones de pesos que es un 9 por ciento superior al valor obtenido en 2018.

Además, se trata de una empresa dinámica que se ha caracterizado por una óptima gestión de activos en el mercado de valores. En julio de 2019 recibió, por tercer año consecutivo, la calificación AA- Perspectiva Estable por parte de Fitch Ratings y recientemente le fue otorgado el reconocimiento Emisores IR de la Bolsa de Valores de Colombia. Un flujo de caja creciente, la amplia experiencia en el sector de infraestructura y un portafolio de concesiones balanceado fueron factores claves para que la agencia ratificara la calificación.

El Dorado sigue brillando

Hace 12 años el principal aeropuerto del país no era ni la sombra de lo que es hoy. Desde 2007, cuando Odinsa se hizo con la concesión, se invirtieron más de 1,3 billones de dólares en obras de modernización y ampliación que cuadruplicaron el área de superficie y la cifra de pasajeros movilizados. De esta manera, El Dorado se convirtió en uno de los mayores puntos de conexión de América y hoy, con más de 740.000 toneladas movilizadas, es el primer aeropuerto en la región en movimiento de carga, y el tercero en pasajeros, con 32,7 millones de viajeros al año.

Dada la creciente demanda y las proyecciones de fortalecimiento, Odinsa ha presentado un proyecto que plantea dotar a Colombia y a Bogotá de un sistema aeroportuario que asegure la capacidad requerida para atender la demanda esperada en los próximos 30 años. La iniciativa privada Sistema Aeroportuaruario de Bogotá (SAB) contempla la maximización de la capacidad del aeropuerto aprovechando y ampliando la infraestructura existente y ofreciendo un crecimiento de capacidad de manera escalonada.

Construcción de la tercera pista que permite continuar el crecimiento de las operaciones; construcción de una nueva terminal para la operación de aerolíneas de bajo costo y regionales; y construcción de un segundo aeropuerto complementario de una pista ubicado entre Madrid y Facatativá que atienda las necesidades de demanda a largo plazo.

Con el SAB, El Dorado consolidaría su talante y se mantendría como la puerta de América Latina. Hoy esta Iniciativa Privada (IP) se encuentra en manos de la ANI y está en etapa de prefactibilidad. Se espera que las obras, valoradas en 3,2 billones de dólares, se inicien en 2022. Es importante aclarar que esta IP no requerirá recursos públicos y pagará contraprestaciones a la Nación.

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Con aroma de café

Hoy se habla de región cafetera, en gran parte, por la construcción de las Autopistas del Café, que unieron para siempre a los departamentos de Caldas, Risaralda, Quindío y Valle del Cauca. El concesionario, del que Odinsa es accionista mayoritario, se encarga de la operación y el mantenimiento de sus 257 kilómetros de vía. Dentro de sus labores creó un Centro de Control Operacional que monitorea toda la concesión a través de videovigilancia y equipos tecnológicos que buscan entregar una experiencia positiva a los usuarios de la vía y brindarles seguridad. En lo corrido del año, han circulado más de 5 millones de vehículos que han solicitado cerca de 3.000 servicios.

Autopistas del Café también está comprometido con la comunidad y el medioambiente. El empleo generado es ciento por ciento local. Además, en el primer semestre del año entregaron más de 600 kits escolares y zapatos a niños de 14 escuelas de la región. Y a lo largo de la concesión ha reforestado 25 hectáreas para proteger el nacimiento del río Quindío, beneficiando el suministro de agua de los municipios de La Tebaida, Circasia, Salento y Armenia, en el Quindío.

Además, cuenta con cuatro tambos, lugares que nacieron como centros de atención al usuario y se han convertido en referentes turísticos que les permiten a los visitantes disfrutar de la cultura cafetera observando sus imponentes paisajes.

Con estos centros de atención al usuario en los que los visitantes pueden descansar, hacer uso gratuito de servicios como wifi y baños, y disfrutar de una taza de café local, la concesión ofrece una experiencia positiva a la vez que impulsa el turismo en el departamento.

Finalmente, en el Otrosí 20 suscrito con la ANI, en coordinación con los gobernadores de Caldas, Quindío y Risaralda, se lograron concertar obras importantes para la región que serán construidas con los excedentes de la operación que ascienden a cerca de 100.000 millones de pesos y que aportarán a la conectividad del territorio.

Más que una vía

Como proyecto integral, la Conexión Pacífico 2 representa la cara propositiva de la infraestructura en Colombia. Además de conectar a Antioquia y al centro del país con Buenaventura, la construcción de este corredor vial ha sido sinónimo de desarrollo sostenible para el entorno gracias a su su propósito de aportar al desarrollo y el fortalecimiento de las condiciones sociales y económicas de los habitantes de la región del suroeste antioqueño, a través de la generación de oportunidades y la protección del medioambiente.

Por ejemplo, con su iniciativa ‘Mercados Campesinos’, enmarcada en la estrategia Sombrilla Suroeste compra Suroeste, el concesionario apoya a los pequeños y medianos empresarios que ofrecen productos representativos de los diferentes municipios de la región. En lo corrido del año, se destacan siete iniciativas que han beneficiado de manera indirecta y directa a 131 familias.

Así mismo, se han sembrado 2.500 de 40.000 árboles nativos para la protección del entorno, se implementaron 20 pasos de fauna y se rescataron y reubicaron cerca de 150 individuos de fauna silvestre como parte de su compromiso con el cuidado de la biodiversidad. Esta vía de Cuarta Generación que impulsará la competitividad del país incluye la construcción, mantenimiento y operación de la nueva vía La Pintada–Bolombolo y la rehabilitación, mantenimiento y la operación de la vía La Pintada-Primavera, en Antioquia.

La Conexión Pacífico 2 estará lista a finales de 2020. Serán 96,5 kilómetros de vía, 42 puentes y un túnel de 2,5 kilómetros. Hoy, la obra está en un 76,45 por ciento de avance, un 8 por ciento superior al tiempo proyectado en el cronograma pactado con la ANI.

Ya se han entregado dos de sus cinco unidades funcionales y se han alcanzado importantes hitos como: entregar la primera unidad funcional terminada de los proyectos 4G (en 2017) y ser la ganadora del Premio Best Loan de LatinFinance debido a su exitoso proceso de financiación, en el que incursionaron importantes entidades financieras internacionales.

Un sólido futuro

Con una perspectiva visionaria, Odinsa busca seguir fortaleciendo sus proyectos y apostarles a iniciativas sostenibles que aporten al desarrollo del país y promuevan la inversión. Recientemente anunció la firma de un contrato de compraventa de acciones por el 53 por ciento de la participación en la Concesión Túnel Aburrá Oriente.

Igualmente, a este nuevo proyecto se suma la IP Ciudadela Aeroportuaria Cartagena de Indias, que estará en la capacidad de atender la demanda de pasajeros de la ciudad por los próximos 30 años. La población lo ha respaldado y tendrá una inversión de 800 millones de dólares, movilizará entre 11 y 17 millones de pasajeros por año y en este momento está en etapa de factibilidad. Para Odinsa, este tipo de proyectos son los que permiten seguir generando valor y poniendo a disposición de Colombia su experiencia para generar conexiones que impulsen la competitividad y el desarrollo del país.